Hermánn Escarrá, abogado constitucionalista, ofreció ayer un foro a sala llena sobre la reforma constitucional, en el auditorio de Asociación de Profesores de la Universidad del Zulia (Apuz).
Durante su intervención, expresó que “las vías legales han concluido”, aun cuando ello no signifique que no se ejerzan. Agregó que el pueblo de Venezuela se juega la decisión de defender su autodeterminación, su independencia y su libertad. “Yo hubiera deseado decir que hay vías legales y que no están obturadas, pero no es así”.
Explicó que el Comando Nacional de la Resistencia (CNR) ha llamado a un plan de resistencia activa, pero algunos dirigentes “sin intentar entender lo que está planteado” lo califica de irresponsable por convocar a la gente a las calles.
Acotó que esa actitud es una muestra de desconexión con el pueblo, ya que es la gente la que quiere salir a manifestar su rechazo al proyecto de reforma que presentó el presidente Hugo Chávez.
Aseguró que CNR sólo es una de las tantas voces que no callarán ahora, ni el 2 de diciembre ni en la hora 25. “Yo les aseguro desde aquí, que el día 2 de diciembre, el 3, el 4, el 5, enero y febrero están debida y milimétricamente planificados en lo que tiene que ver con el ejercicio de la resistencia”.
El bravo pueblo
El ex constituyente dijo que se niega a aceptar la conseja según la cual Venezuela es un pueblo “pasivo y resignado”, incapaz de emular al pueblo peruano cuando derrocó a Alberto Fujimori, o al pueblo de Ecuador o la oposición boliviana.
“Yo soy un convencido de que, de manera organizada y clara, nosotros podemos impedir que ese plan de destrucción de la República ocurra”.
Añadió que los venezolanos han dado grandes demostraciones de lucha democrática, pero han sido traicionados en varias oportunidades. Consideró que el 11 de abril, en las elecciones parlamentarias de 2005 y en las presidenciales de 2006 faltó una voz “clara y contundente” que llamara al pueblo a la calle a defender sus banderas.
Escarrá aseguro que los integrantes de CNR están dispuestos a obviar y a olvidar cualquier “zancadilla” o acusación por sus posturas políticas, pero “no nos pidan que nos tomemos la fotografía con quienes dicen que son de aquí y realmente están allá, con el régimen”.
Recalcó que es necesario tener claro que no es momento para el diletantismo y la vacilación, porque “o tomamos la decisión de la insurrección ciudadana en la calle, o definitivamente vamos a perder la República y la patria libre”.
“Una monstruosidad”
Oswaldo Álvarez Paz, presidente de Alianza Popular (AP), dijo que la jornada de ayer fue una reafirmación democrática a fin de que los venezolanos se activen para “impedir la monstruosidad que está en desarrollo”.
Opinó que Chávez pretende liquidar a la Venezuela democrática tal como se ha conocido hasta ahora, para sustituirla por un Estado Socialista que en términos prácticos no sería otra cosa que un comunismo al estilo cubano.
“Nosotros sentimos la obligación de luchar con todas nuestras fuerzas por la libertad, por la democracia, por la tranquilidad y la seguridad de nuestras familias. Hacemos un llamado al pueblo entero para declararnos en resistencia activa frente a esta pretensión”.
El ex gobernador zuliano aseguró que la propuesta va más allá de una reforma, y que el referendo es un plebiscito para que el jefe de Estado alcance sus propósitos de perpetuarse en el poder.
“Aquí no se trata de votar o no votar, aquí lo que no podemos es avalar un fraude constitucional y prestarnos a seguir de carne de cañón para un proceso absolutamente fraudulento desde el punto de vista electoral”.
“Descarado fraude”
Antonio Ledezma, presidente de Alianza Bravo Pueblo (ABP), dijo que el procedimiento para reformar la Constitución representa “un descarado fraude”, pues no se puede hablar de una reforma cuando se modifican 69 artículos y se alteran columnas cardinales del texto.
Subrayó que los parlamentarios desconocieron los mecanismos que establece la propia Constitución para “hacer algunos giros” como la enmienda, la reforma o la Asamblea Constituyente para que los ciudadanos dispongan si se debe modificar el sistema jurídico y las estructuras del Estado vigente.
“Por eso nosotros decimos que el pueblo no puede acudir a una cita en la que le están planteando la alternativa de votar para que diga si quiere ser libre, esclavo, si avala que se le cercenen derechos universales como la libertad de pensamiento y el debido proceso, porque eso es lo que está planteado”.