lunes, 17 de septiembre de 2007

Antonio Ledezma: Movilizacion Popular

ND/2001


Tiempo de creer
Movilización Popular
Sigue en marcha la gran comedia publicitaria para imponer un modelo de gobierno autoritario y personalista. Se montan actos con activistas transportados desde todos los municipios del país para que Chávez repita sus discursos preelaborados, con su alta dosis demagógica y populista. Hay sectores que se dejan manipular con el cuento de los recursos que les bajarán desde la Presidencia de la República, ninguneando a los alcaldes y gobernadores, que aun estando al tanto de esta situación, hacen mutis por el foro porque temen correr la misma mala suerte de Didalco o de Martínez en los Estados Aragua y Sucre respectivamente.


Nos están llevando al matadero y hay quienes simplemente plantean el debate en torno al cuchillo que se utilizará para degollarnos, sin admitir que lo que cuenta es que de cualquier forma, con el esquema electoral que ha impuesto Chávez, terminaremos haciendo estertores en ese patíbulo chavista. Además, admitir en participar en un referéndum para discutir sobre algo que es absolutamente ilegal, es hacerle el juego a quienes pretenden burlar el Estado de Derecho en Venezuela.


Los gobernadores y alcaldes no pasarán de ser unos “soldaditos de plomo” que Chávez moverá en su tablero de juegos a su antojo. ¡Eso está clarito en el horizonte! Los partidos políticos se tendrán que conformar con recibir mendrugos del régimen, como esos que ya están acordando en el CNE, a cambio de cohonestar esta mentira con fachada de democracia.


Esa es la gran verdad, la dolorosa verdad. Están montando un modelo que le servirá a Chávez para manejar el país como el taxista que conduce su propio carro o el ganadero que administra su propia hacienda. Ustedes se volverán a preguntar, ¿y entonces, qué hacemos? La respuesta está en la conciencia de cada quien.


Para mí, la alternativa es luchar movilizando al pueblo. Que la propia ciudadanía defienda su destino democrático. No es tolerable el argumento que esgrimen algunos diciendo que “es verdad que Chávez es un riesgo para la libertad, pero nunca había hecho tanto dinero como con este gobierno”.


Ese pretexto es inmoral y repudiable. No se puede cambiar la dignidad por un plato de lentejas, y a ese terreno es a donde nos quiere llevar Chávez. Fíjense cómo emplaza a sus colaboradores, si son sumisos ante sus propuestas hegemónicas serán premiados recibiendo dineros de los entes nacionales, si no, caerán en desgracia y de inmediato el coro de la jauría los calificará de traidores o contrarrevolucionarios.

La farsa se mantiene en escena para que la gente no hable de desabastecimiento, de inseguridad, de corrupción, de crisis hospitalaria, de los damnificados que no son asistidos y pare usted de contar. Esa es la verdad, repito, y esa es la discusión que se debe plantear por todo el país.

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