martes, 11 de septiembre de 2007

Vietnam en América
Por: Vasco da Costa
Pensador Político
Presidente del Foro de Caracas
Miembro del Comando Nacional de la Resistencia

Hay múltiples temas que preocupan a la población venezolana referentes al cambio de Constitución que pretende imponer Hugo Chávez. Todos estos temas son de la mayor importancia, pero ninguno de ellos podrá tener las consecuencias que debe tener el problema militar en la Constitución, unido a la nueva geometría del poder y a la vocación internacionalista del Socialismo del Siglo XXI.

Veamos:

Cambio en el Artículo 11, parágrafo 5°:

El Presidente de la República podrá decretar Regiones Especiales Militares con fines estratégicos y de defensa, en cualquier parte del territorio y demás espacios geográficos de la República. Igualmente podrá decretar Autoridades Especiales en situaciones de contingencia, desastres naturales, etc.

Cambio en el Artículo 328

La Fuerza Armada Bolivariana constituye un cuerpo esencialmente patriótico popular y anti imperialista , organizada por el Estado para garantizar la independencia y soberanía de la nación, preservarla de cualquier ataque externo o interno y asegurar la integridad del espacio geográfico, mediante el estudio, planificación y ejecución de la doctrina militar bolivariana, la aplicación de los principios de la defensa militar integral y la guerra popular de resistencia, la participación permanente en tareas de mantenimiento de la seguridad ciudadana, y conservación del orden interno, así como la participación activa en planes para el desarrollo económico, social, científico y tecnológico de la nación, de acuerdo con esta Constitución y la ley. En el cumplimiento de su función , estará siempre al servicio del pueblo venezolano en defensa de sus sagrados intereses y en ningún caso al de oligarquía alguna o poder imperial extranjero.

Sus pilares fundamentales son esta constitución y las leyes, así como la disciplina, la obediencia y la subordinación.

Sus pilares históricos están en el mandato de Bolívar: “Libertar a la patria, empuñar la espada en defensa de las garantías sociales y merecer las bendiciones del pueblo”.

Esto reviste especial gravedad por incluir en la nueva Constitución algunos elementos exógenos que cambian el sentido de la Fuerza Armada y la transforman en un ente violento, paraestatal e internacional al servicio de una corriente de pensamiento, dejando de lado su esencia profesional sin militancia política, su misión para garantizar la independencia y soberanía de la Patria y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna, dejando de estar solo al servicio de la Nación o para asegurar la defensa de esta.

En Colombia existe desde hace décadas algunos movimientos subversivos y anti imperialistas, contra una supuesta Oligarquía, los que siendo de izquierda se afirman bolivarianos y autodenominan populares y tienen un sentido patriótico internacionalista. O sea, idénticos a la nueva doctrina y estructura de la Fuerza Armada que Chávez quiere imponer al pueblo de Venezuela. Esto se agrava si vemos que tienen identidad de objetivos, profundas relaciones y total colaboración.

Si tomamos todo esto como fondo de cuadro donde se desenvuelve la solícita actitud de Chávez para colaborar en la mediación entre el gobierno colombiano y la subversión o el terrorismo bolivariano, podemos levantar algunas hipótesis de trabajo que pueden ser útiles para entender lo absurdo que representa que el protector y mecenas del verdugo ahora se apiada de sus víctimas.

El Foro de Sao Paulo, Fidel Castro y distintos elementos pertenecientes a la izquierda criminal Latinoamericana siempre han pretendido edificar uno o varios “Vietnam” en América, por el absurdo complejo anti imperialista por el cual USA fue “derrotada” en esa guerra en la que pretendió liberar a varios pueblos del comunismo, al igual que Cuba venció al Imperio.

Esto hace que Chávez y sus cómplices bolivarianos colombianos necesiten con toda urgencia crear una zona de despeje en Colombia al servicio del marxismo internacional, que les de la oportunidad de edificar su “Vietnam” dialéctico, para tener así las condiciones de beligerancia por donde puedan supuestamente derrotar al imperio, doblegar a las oligarquías y desatar la revolución por todo el continente para implantar el socialismo del Siglo XXI con la espada de Bolívar caminando por América Latina.

Después de esto se activarían las herramientas que ya tendría en su mano el psicópata criminal que dirige la revolución bolivariana. Se crearían especies de “zonas de despeje” en Venezuela, la Fuerza Armada Bolivariana tendría que cumplir con su misión contra las oligarquías y contra el imperio utilizando la guerra popular de resistencia, tendrían que apoyar oficialmente a los aliados que apoyen movimientos populares, se apuntalarían en las legislaciones indigenistas que ellos ya crearon para este fin, las cuales le roban la soberanía al país, utilizarían las tensiones internacionales entre nuestros vecinos como fermento dialéctico y así lograrían lanzar a Suramérica en un espiral de odio revolucionario que serviría a la larga como aglomeración para poder derrotar en un futuro al Imperio dentro de la lógica de un mundo multipolar.

Es solo trabajando una hipótesis aterradora como esta que podemos entender que:

1. Están utilizando los más nobles sentimientos humanos de solidaridad, junto al amor que los naturales tienen con sus familiares secuestrados para presionar la formación de una zona de despeje, transformando esa nobleza de sentimientos en un chantaje internacional.

2. Está manipulando su afinidad junto a la guerrilla para utilizarla como una herramienta para la supuesta liberación de los secuestrados, escondiendo la verdadera intención de objetivos.

3. Se mostrará intentando hacer actos de “generosidad” democrática para desmovilizar la lógica reacción de los militares colombianos y del resto de los implicados.

4. Seguramente apelará a los nacionalismos para evitar control de sus actos y para justificar ataques frente al radicalismo colombiano

5. Transformará a la FAN en un ejército contra las oligarquías y contra el imperio en su expansión por el continente.

6. Transformará a las reservas en una milicia popular subversiva al servicio de la revolución y bajo las órdenes del “líder” para que trabajen junto a los defensores de la zona de despeje por la independencia de los pueblos.

7. Utilizará el poder del estado para abastecer de infraestructura, logística, inmunidad y recursos a los defensores de los nuevos territorios liberados.

8. Creará una nueva geometría del poder para poner como ejes las zonas de despeje.

9. Tiene que provocar a Colombia y al Imperio, en cierto momento del juego, para justificar que es un “Vietnam”.

Podríamos pensar que las supuestas incomprensiones de Correa en el Ecuador frente a los problemas fronterizos con Colombia y el cierre de las vías diplomáticas para su solución sería parte del juego en los apoyos que recibiría Chávez, de igual forma habría que pensar en la reclamación de Nicaragua sobre cierto territorio insular colombiano en el Caribe, lo que pudiese justificar hasta un ataque al Canal de Panamá por parte de los bolivarianos, dependiendo de las reacciones. Es evidente que todo este supuesto se tendría que hacer reavivando estruendosamente el diferendo Colombo-Venezolano en el Golfo de Venezuela, para poder sacar provecho para la revolución.

Supongo que el Presidente Álvaro Uribe, su gobierno, el gobierno Norteamericano y las democracias Latinoamericanas, ya se han paseado por algunos de estos temas dentro del abanico de hipótesis que deberían visualizar. Supongo que están tomando las prevenciones por si la revolución bolivariana llegase a concretar alguna de estas situaciones. Sobretodo supongo que nadie estará creyendo en la buena intención de Chávez en este problema, ni que duden de la maldad revolucionaria o de la perversión del socialismo.

Lo que si les puedo asegurar es que en Venezuela la Opinión Pública ha previsto todo esto y más, pues sabemos lo macabro que es el Socialismo del Siglo XXI, conocemos sus perversas intenciones con nosotros y con ustedes y no estamos dispuestos a aceptarlo. Los acontecimientos futuros, aquí y allá, marcarán la brújula de la historia.

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