Excelentísimo Señor
José Miguel Insulza
Secretario General de la Organización de Estados Americanos, O.E.A.
1899F Street, N.W.
Washington D.C. 20006
U.S.A.
Su despacho:
Nosotros, Helen Torrealba de Fernández, mayor de edad, domiciliada en la ciudad de Caracas, República Bolivariana de Venezuela, titular de la cédula de identidad venezolana No. 3.182.964, e Italo Luongo-Blohm, mayor de edad, de este mismo domicilio, titular de la cédula de identidad venezolana No. 5.082.706, procediendo en este acto en nuestra condición de ciudadanos venezolanos y en nuestro propio nombre y por nuestros propios derechos y en nombre de la organización no gubernamental de origen venezolano denominada Comando Nacional de la Resistencia (CNR), nos dirigimos a esta Organización, para agradecer encarecidamente el hecho de que recibieran nuestro documento de fecha 8 de Agosto de 2007 donde de manera prolija y detallada alertábamos sobre el grave peligro que se cierne sobre la América latina en general y de manera inmediata sobre Venezuela y su pueblo por la decisión del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, para proceder a modificar de manera fundamental la constitución de 1999.
Decíamos en aquel documento lo que hasta ese momento se había filtrado acerca del documento de reforma constitucional que preparaban el presidente y sus asesores; hoy, nuestros peores temores se han hecho realidad ya que se han confirmado plenamente al anunciar ante la Asamblea Nacional (totalmente controlada por el Presidente) y presentado formalmente ante la misma, un proyecto de reforma constitucional que modifica treinta y tres (33) artículos fundamentales para mantener las libertades y derechos humanos en Venezuela. A juicio de los expertos del Comando Nacional de la Resistencia, dicho proyecto, presentado el quince (15) de Agosto pasado, constituye un golpe de estado constitucional en contra de la, por ahora vigente, constitución de 1999. Como se verá seguidamente, el drama al cual se somete al pueblo de Venezuela lo reducirá, constitucionalmente, a la servidumbre y dependencia ante una sola persona,y, de un modo absoluto.
Entre las cosas que destacan de manera grave en este proyecto está la intención de abolir de manera definitiva la democracia representativa y las elecciones, como hasta ahora las hemos conocido en Venezuela. El gobierno, también, se reserva completa discrecionalidad para disponer del espectro radioeléctrico y por consiguiente de los medios de comunicación social y debe quedar claro, que, dentro de este paquete contra las libertades de prensa, expresión y pensamiento se obliga a los periodistas a revelar sus fuentes de información al gobierno, creándose así, lo que el presidente del canal gubernamental Telesur ha denominado “la hegemonía comunicacional del estado”; cuando el gobierno de Chávez ya ha proclamado que eso significa que todos los medios deben acatar la línea comunicacional del gobierno.
El Presidente de la República, de manera personalísima, pasa a manejar las reservas dinerarias de la República y queda facultado para decidir ampliamente sobre las tasas de interés anunciadas por el Banco Central de Venezuela sin autonomía ninguna, lo cual significa que no solamente el ciudadano presidente manejaría de modo directo los millones de dólares que ingresan a Venezuela por concepto de venta de petróleo; sino que decide sobre el dinero que los ciudadanos venezolanos tienen depositado en los todavía llamados bancos privados, los cuales, se encuentran técnicamente bajo el control estatal. Podría preguntarse algún observador, si el Parlamento venezolano no podría detener este llamado proyecto de reforma constitucional, pero no será posible, ya que el Señor Chávez Frías se reserva el derecho de disolver a la Asamblea Nacional a su antojo y cuando así lo desee.
Es necesario enfatizar ante usted, que los venezolanos perdemos el derecho a la huelga en la práctica jurídica y esto es debido a que los sindicatos están siendo condenados a una extinción acelerada en Venezuela. A éste respecto es claro el acoso constante contra la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV). Como podrá usted ver, en esta mal llamada reforma constitucional, pero que es, sin duda, una nueva constitución que se pretende imponer sobre el pueblo venezolano, se hace énfasis constante acerca de la creación de consejos comunales, comunas y del llamado poder comunal; con el cual se hace inevitable la disolución de los actuales municipios y estados que constituyen a la Venezuela de hoy. Se reducen pues a la inutilidad a las juntas parroquiales, asambleas legislativas regionales y a los alcaldes y gobernadores elegidos por sufragio popular directo. Ellos serán sustituidos por funcionarios nombrados a dedo por el propio presidente de la República y confiamos, Señor Secretario General, que usted sabe perfectamente que estas llamados consejos comunales no son otra cosa que aquello que en la vieja Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas se conocía justamente, como un soviet.
Es extremadamente preocupante como hace alusión esta nueva constitución chavista acerca de la guerra y de la posibilidad constante de intervención militar. Se habla constantemente de una situación de enfrentamiento militar, pese a proclamar que la idea de la nueva constitución debe ser la paz como pilar fundamental. Sin embargo, se habla “de la estrategia política para contribuir a la construcción del reino de Dios en la tierra, es decir, la conquista de la supremacía política por parte de los pueblos del mundo” (sic).
En este nuevo esquema de vida que aguarda a los venezolanos, la propiedad privada no tendrá cabida ya que como usted verá, se proponen varios modelos de propiedad socialista y comunitaria, pero la propiedad privada como se ha entendido en los países democráticos hasta hoy, está condenada a desaparecer dentro de un esquema de transición hacia un estado completamente socialista, pero no del socialismo democrático que es conocido y común para usted; sino que el socialismo que hay en la mente del señor Chávez es el comunismo según el modelo stalinista que había en la vieja URSS, pero llevado adelante paso a paso con el secuetro de todas las instituciones del Estado, incluyendo al organismo electoral de Venezuela. Dentro de este esquema los venezolanos perdemos desde el derecho a heredar, hasta la libre disposición de decidir sobre el manejo de nuestras propiedades; las cuales pueden ser expropiadas en cualquier momento, pero no al estilo del actual sistema legislativo, sino dentro de un marco en el cual la confiscación sería la regla más que una expropiación con justo pago.
Por último, todo esto se logrará mediante la posibilidad de una reelección presidencial indefinida, lo cual, junto al control absoluto y público de todos los demás poderes de la nación, permitirá la instauración en Venezuela de una nueva constitución que cambiaría el sistema social, político y económico de nuestro país a través de un sistema de votación vía referéndum, mediante el cual los venezolanos, por aparente mayoría votarían para que Venezuela se convierta en una imagen al carbón de la Cuba de Fidel Castro. La propuesta de reforma de la cual hacemos exposición en esta breve carta, sería en realidad un plebiscito, votando sí o no a la reforma, sin separación y análisis de los artículos; o sea en bloque; y dentro de un esquema de sometimiento absoluto del organismo electoral venezolano (CNE) a los dictados del presidente Chávez; y recuerde, que hemos expuesto previamente todos los derechos que los venezolanos perderíamos.
Es por todo ello que solicitamos a la Organización que usted dirige, hacer un pronunciamiento claro y contundente acerca de los actos antidemocráticos y de violación de la constitución de 1999 que pretende llevar a cabo el actual gobierno venezolano. No podemos los miembros del Comando Nacional de la Resistencia, aceptar, en ningún caso, un proceso de golpe de estado y fraude contra la constitución vigente; proceso del que sabemos de antemano; se halla viciado y en el cual quedaría establecido un nuevo modelo político, económico y social que suprimiría los derechos humanos individuales y fundamentales de nuestro pueblo. Por lo tanto convocaremos a nuestro pueblo a oponerse por lo medios constitucionales y legales, aún vigentes, para impedir, mediante la resistencia civil, la destrucción de la constitución de 1999 y del Estado de Derecho vigentes en Venezuela y con ello la instauración de una dictadura constituciónalizada.
En Washington, 12 de septiembre de 2007
Por el Comando Nacional de la Resistencia (CNR)
Helen Torrealba de Fernández
Italo Luongo-Blohm
PD: Se adjunta copia de documento con la exposición de motivos para la reforma constitucional entregado por Hugo Chávez a la Asamblea Nacional en fecha 15 de agosto de 2007.
José Miguel Insulza
Secretario General de la Organización de Estados Americanos, O.E.A.
1899F Street, N.W.
Washington D.C. 20006
U.S.A.
Su despacho:
Nosotros, Helen Torrealba de Fernández, mayor de edad, domiciliada en la ciudad de Caracas, República Bolivariana de Venezuela, titular de la cédula de identidad venezolana No. 3.182.964, e Italo Luongo-Blohm, mayor de edad, de este mismo domicilio, titular de la cédula de identidad venezolana No. 5.082.706, procediendo en este acto en nuestra condición de ciudadanos venezolanos y en nuestro propio nombre y por nuestros propios derechos y en nombre de la organización no gubernamental de origen venezolano denominada Comando Nacional de la Resistencia (CNR), nos dirigimos a esta Organización, para agradecer encarecidamente el hecho de que recibieran nuestro documento de fecha 8 de Agosto de 2007 donde de manera prolija y detallada alertábamos sobre el grave peligro que se cierne sobre la América latina en general y de manera inmediata sobre Venezuela y su pueblo por la decisión del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, para proceder a modificar de manera fundamental la constitución de 1999.
Decíamos en aquel documento lo que hasta ese momento se había filtrado acerca del documento de reforma constitucional que preparaban el presidente y sus asesores; hoy, nuestros peores temores se han hecho realidad ya que se han confirmado plenamente al anunciar ante la Asamblea Nacional (totalmente controlada por el Presidente) y presentado formalmente ante la misma, un proyecto de reforma constitucional que modifica treinta y tres (33) artículos fundamentales para mantener las libertades y derechos humanos en Venezuela. A juicio de los expertos del Comando Nacional de la Resistencia, dicho proyecto, presentado el quince (15) de Agosto pasado, constituye un golpe de estado constitucional en contra de la, por ahora vigente, constitución de 1999. Como se verá seguidamente, el drama al cual se somete al pueblo de Venezuela lo reducirá, constitucionalmente, a la servidumbre y dependencia ante una sola persona,y, de un modo absoluto.
Entre las cosas que destacan de manera grave en este proyecto está la intención de abolir de manera definitiva la democracia representativa y las elecciones, como hasta ahora las hemos conocido en Venezuela. El gobierno, también, se reserva completa discrecionalidad para disponer del espectro radioeléctrico y por consiguiente de los medios de comunicación social y debe quedar claro, que, dentro de este paquete contra las libertades de prensa, expresión y pensamiento se obliga a los periodistas a revelar sus fuentes de información al gobierno, creándose así, lo que el presidente del canal gubernamental Telesur ha denominado “la hegemonía comunicacional del estado”; cuando el gobierno de Chávez ya ha proclamado que eso significa que todos los medios deben acatar la línea comunicacional del gobierno.
El Presidente de la República, de manera personalísima, pasa a manejar las reservas dinerarias de la República y queda facultado para decidir ampliamente sobre las tasas de interés anunciadas por el Banco Central de Venezuela sin autonomía ninguna, lo cual significa que no solamente el ciudadano presidente manejaría de modo directo los millones de dólares que ingresan a Venezuela por concepto de venta de petróleo; sino que decide sobre el dinero que los ciudadanos venezolanos tienen depositado en los todavía llamados bancos privados, los cuales, se encuentran técnicamente bajo el control estatal. Podría preguntarse algún observador, si el Parlamento venezolano no podría detener este llamado proyecto de reforma constitucional, pero no será posible, ya que el Señor Chávez Frías se reserva el derecho de disolver a la Asamblea Nacional a su antojo y cuando así lo desee.
Es necesario enfatizar ante usted, que los venezolanos perdemos el derecho a la huelga en la práctica jurídica y esto es debido a que los sindicatos están siendo condenados a una extinción acelerada en Venezuela. A éste respecto es claro el acoso constante contra la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV). Como podrá usted ver, en esta mal llamada reforma constitucional, pero que es, sin duda, una nueva constitución que se pretende imponer sobre el pueblo venezolano, se hace énfasis constante acerca de la creación de consejos comunales, comunas y del llamado poder comunal; con el cual se hace inevitable la disolución de los actuales municipios y estados que constituyen a la Venezuela de hoy. Se reducen pues a la inutilidad a las juntas parroquiales, asambleas legislativas regionales y a los alcaldes y gobernadores elegidos por sufragio popular directo. Ellos serán sustituidos por funcionarios nombrados a dedo por el propio presidente de la República y confiamos, Señor Secretario General, que usted sabe perfectamente que estas llamados consejos comunales no son otra cosa que aquello que en la vieja Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas se conocía justamente, como un soviet.
Es extremadamente preocupante como hace alusión esta nueva constitución chavista acerca de la guerra y de la posibilidad constante de intervención militar. Se habla constantemente de una situación de enfrentamiento militar, pese a proclamar que la idea de la nueva constitución debe ser la paz como pilar fundamental. Sin embargo, se habla “de la estrategia política para contribuir a la construcción del reino de Dios en la tierra, es decir, la conquista de la supremacía política por parte de los pueblos del mundo” (sic).
En este nuevo esquema de vida que aguarda a los venezolanos, la propiedad privada no tendrá cabida ya que como usted verá, se proponen varios modelos de propiedad socialista y comunitaria, pero la propiedad privada como se ha entendido en los países democráticos hasta hoy, está condenada a desaparecer dentro de un esquema de transición hacia un estado completamente socialista, pero no del socialismo democrático que es conocido y común para usted; sino que el socialismo que hay en la mente del señor Chávez es el comunismo según el modelo stalinista que había en la vieja URSS, pero llevado adelante paso a paso con el secuetro de todas las instituciones del Estado, incluyendo al organismo electoral de Venezuela. Dentro de este esquema los venezolanos perdemos desde el derecho a heredar, hasta la libre disposición de decidir sobre el manejo de nuestras propiedades; las cuales pueden ser expropiadas en cualquier momento, pero no al estilo del actual sistema legislativo, sino dentro de un marco en el cual la confiscación sería la regla más que una expropiación con justo pago.
Por último, todo esto se logrará mediante la posibilidad de una reelección presidencial indefinida, lo cual, junto al control absoluto y público de todos los demás poderes de la nación, permitirá la instauración en Venezuela de una nueva constitución que cambiaría el sistema social, político y económico de nuestro país a través de un sistema de votación vía referéndum, mediante el cual los venezolanos, por aparente mayoría votarían para que Venezuela se convierta en una imagen al carbón de la Cuba de Fidel Castro. La propuesta de reforma de la cual hacemos exposición en esta breve carta, sería en realidad un plebiscito, votando sí o no a la reforma, sin separación y análisis de los artículos; o sea en bloque; y dentro de un esquema de sometimiento absoluto del organismo electoral venezolano (CNE) a los dictados del presidente Chávez; y recuerde, que hemos expuesto previamente todos los derechos que los venezolanos perderíamos.
Es por todo ello que solicitamos a la Organización que usted dirige, hacer un pronunciamiento claro y contundente acerca de los actos antidemocráticos y de violación de la constitución de 1999 que pretende llevar a cabo el actual gobierno venezolano. No podemos los miembros del Comando Nacional de la Resistencia, aceptar, en ningún caso, un proceso de golpe de estado y fraude contra la constitución vigente; proceso del que sabemos de antemano; se halla viciado y en el cual quedaría establecido un nuevo modelo político, económico y social que suprimiría los derechos humanos individuales y fundamentales de nuestro pueblo. Por lo tanto convocaremos a nuestro pueblo a oponerse por lo medios constitucionales y legales, aún vigentes, para impedir, mediante la resistencia civil, la destrucción de la constitución de 1999 y del Estado de Derecho vigentes en Venezuela y con ello la instauración de una dictadura constituciónalizada.
En Washington, 12 de septiembre de 2007
Por el Comando Nacional de la Resistencia (CNR)
Helen Torrealba de Fernández
Italo Luongo-Blohm
PD: Se adjunta copia de documento con la exposición de motivos para la reforma constitucional entregado por Hugo Chávez a la Asamblea Nacional en fecha 15 de agosto de 2007.
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